Diego Perrone: “Que una tribuna de Jardines lleve mi nombre sería un honor”
Diego “De la gente” como lo apodan los hinchas, habló de sus inicios como futbolista, contó que llegó a dejar el fútbol y terminó volviendo hasta ser goleador histórico de la institución. Hoy en la función de ayudante técnico, analizó el presente del club y hasta el nombre de las tribunas en el hogar de María Mincheff de Lazaroff.
¿Cómo llegaste a Danubio?
Fue por mi viejo (Rafael Perrone). Dirigía la sexta , séptima y la verdad que al principio iba para no estar en casa. Imaginate que cuando llegué hicieron ocho equipos y yo no estaba en ninguno (risas). Luego como pasa en todos lados la gente se fue yendo y por ende se fue dando. Cuando pasé de sexta a quinta división había dejado el fútbol y estaba trabajando, pero me llamó Gerardo Panizza y por una regla rara que había con respecto a los meses de nacimiento de cada uno, me tocó repetir sexta y ahí logré afianzarme. Era más parejo, me sentí más importante y me sirvió muchísimo.
Hasta que un día llegaste a Primera…
Sí, fue la tarde que Juanchi González se recibió de ídolo de Nacional (más risas). Estábamos ganando 1-0 en el Centenario, entramos los dos juntos faltando diez minutos y metió dos goles, el último de chilena. Perdimos 2-1. Eso es para que vean los padres que no todo debut siempre es el esperado.
De ese debut hasta el final hubo un recorrido que te llevó a ser el goleador histórico, incluso superando a Ruben Da Silva. ¿Pudiste hablar en algún momento con él?
No, nunca hablé puntualmente pero sí me lo he cruzado y conversamos. Siendo honesto, me hubiera encantado retirarme con los mismos goles que él y compartir ese primer lugar, pero hay cosas que pasan que no se pueden manejar. Como hincha que soy, sería lindo que él también disfrute ese privilegio porque en mi opinión fue el mejor jugador en la historia del club.
Vos sos ídolo para muchos. ¿Da Silva es el tuyo?
Sí, sin dudas, lo dije toda mi vida. Siempre mis ídolos tuvieron que ver con Danubio. En su momento fue Ruben Sosa, pero ídolo absoluto es “Pollita” y más aún cuando lo tuve de compañero. Lo vi jugar con una rodilla destrozada y me consta lo que hizo para estar siempre todos los fines de semana o algunos minutos. No tuvo el final que merecía en el club como tantos otros, pero es un emblema de Danubio que ojalá lo tengamos trabajando en el algún momento en la institución.
Hiciste 72 goles con la franja negra. ¿Podes hacer un podio?
El de Nacional en 2004 sin dudas por todo lo que significó, era esa tarde o éramos boleta. Me he encontrado con Sebastián Viera y me dice que si yo no la tocaba se iba. Hasta ahora me quedó la sensación en el “taco”. Después está uno con Rampla Juniors en 1998. Teníamos una vergüenza bárbara porque estábamos jugando el descenso, estaba Fossati como técnico y fue un partido que nos dio oxígeno en la tabla y a ellos los alejó. Para completar los tres a Nacional y Peñarol, por lo que representa y lo histórico que es. Y ya que estoy… el más lindo se lo hice a Juventud en el Monegal, dirigía Lasarte.
¿Puede ser que hayas hecho más goles con la camiseta de Danubio pero en otro equipo?
Sí, fue en Atlas de México. Me cobraban una multa por cada festejo de gol porque me levantaba la que llevaba puesta y tenía la de Danubio. Les dije que no me importaba, que se las pagaba y que iba a seguir mostrando la camiseta del club en el que nací. Me parecía un acto de respeto y agradecimiento. Lo hice en todos los otros equipos que jugué en el exterior.
Hay muchos hinchas que quieren tu nombre en una de las tribunas del Estadio Jardines del Hipódromo. ¿Te gustaría?
Que una tribuna de Jardines lleve mi nombre sería un honor y más aún que venga de un deseo de los hinchas. Eso es lo principal. Que lo ponga un dirigente que nunca fue a la tribuna o que sale con nombres que no tienen nada que ver por más papeles que haya no tiene sentido, lo importante es el hincha de a pie, no los historiadores.
Algunos que pusieron en esa lista (comisión de nomenclatura) no ganaron nada o los incluyeron por una frase, mientras que hay otros que lo merecían mucho más, que dieron todo y hasta lloraron por estos colores. Por ejemplo que no esté Jadson Viera me parece una falta de respeto, es el más ganador en la historia del club y siempre reclamo que en la sede tendría que haber fotos de los jugadores, empezando por una gigante de él.
Vos sí sos uno de los que tiene hoy en día un lugar en el club. ¿Cuál es tu función actual?
Ante todo soy funcionario de Danubio, pero específicamente ayudante técnico de todos los que han pasado por la institución. Cuando llega algún entrenador nuevo, mi deber es hacerlo conocer el club, los juveniles y lugares que tal vez él no puede llegar. En resumen acompañarlo en esos primeros meses junto a la idea que tenga.
Hoy a pedido de Jorge Fossati me encuentro en tercera división con Javier Delgado y estoy muy bien.
A propósito empezaron ganando ante Cerrito y juegan con una táctica similar…
Sí, no es una bajada de línea de Jorge, tenemos total libertad, pero como bajan jugadores que están en Primera o que alternan con el plantel principal la idea es mantener el mismo sistema. Ahí priorizamos la misma idea y eso facilita mucho el trabajo. Empezamos bien y derrotamos a Cerrito 3-1 en una cancha difícil.
Precisamente de la mano de Jorge Fossati se volvió a primera con Arturo Del Campo como Presidente. ¿Cómo ves a Danubio en el presente?
Ahora es una institución ordenada, si bien hemos perdido en juveniles, también de a poco estamos recuperando las características de Danubio. Por ejemplo en séptima, con jugadores con más identidad, habilidosos, encaradores. Es un camino largo, pero que se puede hacer como sabemos… volviendo a las raíces.
Diego Rafael Perrone, el que empezó viendo los picaditos de afuera, al que se terminó adueñando de los corazones y las gargantas de los hinchas de Danubio. En De Primera seguimos jugando y guardamos lo mejor para el final: de taquito y en la hora con el 10.